En este post vengo a enseñarte las prendas que he cosido con esta preciosa tela con cenefas en ambos orillos que compré en un ataque de “culo veo culo quiero” en Instagram.
Vi otra mamá costurillas que la había comprado y ahí que me lancé cómo una loca a comprarla yo también.
Y sabes, comprar telas es una afición y coser otra…
La tela en cuestión es un popelín muy fresquito y las cenefas me parecen ideales para vestidos y/o blusas.
Además, esta tela la lleva en ambos orillos, lo que sin duda me encanta porque con poca cantidad de tela he podido coser dos prendas para mis niñas.
Vamos al tema costuril…
He usado el 👉 Patrón Vestido Papagaio.
A la peque le he cosido vestido y a la mayor le he acortado la falda del patrón hasta dejarlo en blusa.
La cenefa no es demasiado grande por lo que para niñas mayores no me gusta como queda. Es cómo si el vestido quedase descompensado.
Bueno, y también que mi primogénita no quiere ver los vestidos ni en pintura, que todo hay que decirlo.
Para Vega vestido si o si.
Tengo que aprovechar que le encantan los vestidos y sé por experiencia que esto puede cambiar de un momento a otro.
¿Te ha pasado alguna vez que compras la tela un año, la cortas al siguiente, y un año después la coses?
Pues este es el caso (primera vez que me pasa).
Corté la tela el año pasado y me olvidé completamente de coserla.
Parece ser que en unos de esos días que me da por tenerlo todo en orden a lo Marie Kondo guardé la tela cortada, y claro, al no tenerla a la vista pasó a no existir.
Cuando he abierto la caja y he visto la tela me han dado los sudores de la muerte.
Cómo podrás imaginar los cuerpos de los vestidos ya no les valían.
Y las ventajas de que la tela tuviese cenefa en los dos orillos en ese momento me parecieron una total desventaja porque no tenía tela para volver a cortar los cuerpos.
¿Cómo he solucionado tal problemón?
Pues añadiendo un trocito de tela bajo la sisa, no tenía tela para más.
Oye, y ni tan mal.
A Lucía le queda perfecto y a Vega un poco corto de talle pero aceptable.
El patrón se ha deformado un poco y la manga apenas se aprecia pero estoy contenta con el resultado.
Cambiando de tema…
A los dos les he cosido una puntilla de bolillo azul en la parte alta de la espalda para cerrar el vestido.
Añadí esta pieza al patrón porque tenía miedo de que se bajasen los hombros en las tallas más grandes.
Pero lo cierto es que no sucede, al ser el escote delantero bastante cerrado no se mueve ni una pizca.
Mi niña puede moverse con total libertad con su blusa nueva.
Yo la veo muy bonita vestida de niña pero me temo que me quedan cuatro telediarios.
Tengo un pie en costuras tipo mallas, tops y cosas por el estilo. Qué oye! Si me lo tomo cómo reto puede ser hasta divertido.
De momento disfruto de que aún se siga poniendo las cosas que le hago aunque siempre le pregunto y tengo en cuenta su opinión antes de embarcarme en una costura para ella.
No quiero disgustos!
Y Vega es una niña muy coqueta (de momento) que adora vestidos y accesorios, sobre todo para el pelo.
El problemilla con ella y creo que le pasa muchos niños es que es muy sensible a las costuras, roces de cremalleras, cosas muy ajustadas…
Todo le molesta hasta las costuras de los calcetines.
Así que lo que coso para ella tiene que ser con ultra mega cuidado de que no quede ninguna costura abultada y nada que le pueda rozar.
Le pongo más mimo al interior del vestido que al exterior si cabe.
Y ya me despido…
Te animo a que te hagas con este patrón si aún no lo tienes.
Ya verás que lo vas a coser verano tras verano y tu peque va a ir guapísima y comodísima.
Ay! Ya no reconozco a Lucía! Qué dos tesoros tienes! Preciosas con sus prendas nuevas. No sabes cómo te comprendo, yo ahora siempre pregunto antes de coser algo (casi siempre), luego es cuestión de suerte y a lo mejor se convierte en su prenda favorita algo a lo que no puso mucha emoción en principio. Disfuta! Me alegra mucho verte por aquí 😘
Un vestido precioso, igual que tus peques, les queda genial. ¡Enhorabuena por tu trabajo!